Biblioteca

sábado, 28 de noviembre de 2015

Tesoros de tinta y papel: La luz de Candela, de Mónica Carrillo



En principio este libro fue uno de tantos de mis amores a primera vista en las páginas web de descarga de libros electrónicos. O más bien no, porque mi intuición me dijo que era un libro demasiado especial como para leerlo en formato digital. Bendito sexto sentido que todo lo acierta. Casi me doy miedo a mí misma. Con el número de la lotería no atinaré, pero con todo lo demás...

Total, que me lo descargué y se quedó medio olvidado en alguna de las carpetas de mi ordenador. Pero resulta que recientemente lo he conseguido en formato papel, por cortesía de mi queridísima hada madrina, barra Sol, barra Rey Mago, barra hermana mayor. Desde que lo tengo apenas he encontrado tiempo para leer más que a ratos, peeeero esta noche, después de todo un día con el ordenador para terminar un dichoso proyecto con el InDesign (proyecto que me ha quedado un poco chapucero, espero que no sea motivo de suspenso) he decidido mandar la tecnología a tomar por saco y agarrar el libro. ¿Resultado? Son las doce y diez de la noche, acabo de terminármelo y tras ese éxtasis trascendental que me permito siempre que acabo con una obra de arte como esta me he lanzado a escribir esta chapa que os estoy dando porque me ha parecido absolutamente GENIAL.

El libro está narrado en primera persona, en su mayor parte por la protagonista, Candela. Uno de los muchos atractivos de este libro, para mí, es precisamente el nombre de la protagonista. ¿Por qué, os preguntaréis? Pues porque hace un par de años inicié un proyecto de escritura (uno de tantos, y que por desgracia tengo muy abandonado) en el que pretendía narrar mis vivencias de los dos últimos años. Un relato en primera persona, en el que la protagonista sería obviamente yo. ¿Y a que no sabéis cómo llamé a mi personaje? Pues sí, lo llamé Candela, por varias razones (que no voy a contar, secretitos de escritora). Así que cuando empecé el libro estaba convencida de que me iba a ir directo al corazón. Lo que no esperaba es que fuera a ir TAN directo. Porque no es solo que la protagonista se llame como el personaje que yo me inventé. Es que la protagonista de esta novela soy yo al 100%. Leí la primera hoja y pensé por el amor de Dios, si este libro podría haberlo escrito yo. Y esa primera impresión se fue haciendo más y más fuerte a medida que avanzaba con la lectura. La pobre Candela está enamoradísima de un hombre que tan pronto como llegó a su vida se esfumó, y ella es incapaz de pasar página (¿No os suena de nada eh, a que no?)

Leerme este libro en la etapa de mi vida en la que estoy, desde una perspectiva que encaja en su totalidad con la mía, ha sido una experiencia brutal. Sobra decir que he necesitado tener pañuelos a mano y alguna que otra pausa para serenarme. El libro, además, incluye algún que otro poema y las reflexiones que la autora publica en su cuenta de Twitter bajo el hashtag de #microcuentos. Una combinación muy armónica de lírica y prosa, que le da un tinte único a la novela. 

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